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La Ayahuasca

La Ayahuasca, conocida también como Nepi en Tsáfiki, es una bebida alucinógena (no es adictiva), y milenaria de la cultura Tsáchila. Hasta la actualidad, realizan esta ceremonia cual está abierta a las personas que desean vivir esta experiencia, no como para experimentar alucinaciones, pero para conocer una sanación corporal y espiritual. Hay que saber que la Ayahuasca es presente en las comunidades amazónicas, pero también en la zona tropical.

Historia

Desde épocas inmemorables, y hasta hoy, se trasmite la tradición de las ceremonias de Ayahuasca, siempre guiadas por un chaman. En la cultura Tsáchila, la Ayahuasca es un guiá espiritual que conecta entre lo ancestral y lo astral, para tener una conexión fuerte con la naturaleza y vivir en armonía con su mismo y con los demás. Desde siempre, el ritual sigue el mismo proceso.

Preparación de la planta

Preparar la pócima de Ayahuasca es un proceso largo. El chaman, o el pone en Tsáfiki, tiene que concentrarse en sus buenas energías para empezar la preparación de la bebida : ir a buscar y a cortar la liana, a la 6 de la tarde ; al día siguiente a mediodía, el pone sigue el proceso raspando la corteza de la liana, machacarla, y cocinándola a fuego lento por 3 a 4 horas. En la costumbre Tsáchila, la Ayahuasca se queda pura, no se mezcla con otras plantas. Al final, está lista para la ceremonia, antes de la medianoche.

Preparación de la persona

La persona que quiere encontrarse con sur energía espiritual y armonizarse, liberarse de sus problemas y bloqueos personales, para encontrar la sanación con la Ayahuasca, tiene que seguir todo un proceso personal de preparación del cuerpo, de la alma, y del espíritu. Durante por lo menos una semana, además de concentrarse mentalmente, la persona que se prepara para la ceremonia tiene que seguir un régimen estricto : no tomar alcohol ni drogas, no tener relaciones sexuales, no comer ni carne ni grasa, ají o maní.

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También hay que precisar que esta ceremonia no es recomendable para personas cardíacas, epilépticas, con el síndrome de Parkinson, pero también personas que tienen enfermedades psicológicas, y además las mujeres embarazadas o que dan de lactar.

La ceremonia

La ceremonia de Ayahuasca empieza antes de la medianoche. El chaman, guiá espiritual de todo ese proceso, reciba a las personas que están participando a la toma. Cada uno se sienta en su lugar, a meditar para empezar a invocar a nuestros ancestros. Brevemente, el chaman empieza sus cantos, sus ritos, a mover sus plantas, su bombo, durante un tiempo de 5 minutos. El guiá luego llama a las personas que están preparadas espiritualmente a pasar a delante del altar. El chaman toma su mano derecha para analizar la cantidad de bebida que la persona tiene que tomar y canalizar su energía. Luego, después de limpiar las energías de la persona con ramas de albahaca, colonia y extractos de perfume, sobara sus puntos energéticos con piedras. La persona ya está lista, limpia de las malas energías, y puede tomar la pócima de la Ayahuasca. Para finalizar todo este proceso, el chaman coge una vela en la mano, alcohol en la boca, y sopla fuego para alejar lo que queda de malas energías. Ya cuando todos han ingerido Ayahuasca, empieza a haber cantos con el bombo por una hora, hasta que todos empiezan a alucinar, a vomitar, y a veces a defecar. La alucinación de la Ayahuasca, enteramente guiada por el chaman, tiene una duración de 3 hasta 4 horas, después de los cuales los participantes empiezan a tener sueño y pueden ir a descansar hasta el día siguiente. Esas visiones son propias a cada persona, según su pasado, vida y experiencias.

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